El Uruguay reclama un proyecto de país humanista y solidario, en el que la prioridad sean los hombres y mujeres de nuestro tiempo y del porvenir. Un Uruguay que comprenda que vivir dignamente en sociedad no es lo mismo que sobrevivir. Debemos creer e incorporarnos a la utopía que se nos impone por naturaleza: la plena realización humana.
lunes, 28 de junio de 2010
COMUNICACION Y PODER
Martes 3 de agosto, de 18 a 21 horas, Palacio Legislativo, Subsuelo Edificio Anexo, Sala Acuña de Figueroa.
Rueda abierta de análisis y debate desde la obra de Manuel Castells, en particular su último libro “Comunicación y Poder”, con la finalidad de pensar la actualidad e intercambiar ideas que sirvan de insumos para reflexionar Políticas Públicas y el formato institucional de las Empresas Públicas en función de los cambios tecnológicos y de la propia “Reforma del Estado”.
Aportes de Oscar López Goldaracena, Gerardo Caetano, Gabriel Kaplún, Gabriel Molina, Federico Beltramelli, Jaén Motta, Ana Rivoir, Gonzalo Perera, Álvaro Gascue. Modera Rodolfo Porley.
Especialmente invitados parlamentarios, comunicadores, investigadores universitarios, docentes y otros gestores sociales, culturales y sindicales.
Promueve Movimiento de Independientes por DD.HH. del FA como aporte a otra Admirable Alarma (ver nota abajo)
Se entregaran certificados a docentes, estudiantes y demás interesados inscriptos previamente por mail ixddhh@gmail.com
Consultas: 7090863 – 099580509
Otra Admirable Alarma por el DD.HH. a la Comunicación
Surge una “admirable alarma” de cuño artiguista a los 200 años de la lucha emancipatoria. Como otrora se trata de participación y movilización, hoy por el Derecho Humano a la Comunicación, que pasa por:
- presupuestar la infraestructura tecnológica apropiada, soberana y oportuna que posibilite el real dominio público;
- actualizar y proyectar voluntad plebiscitaria mayoritaria que respaldó ANTEL en 1992, que viene siendo horadada por la vía de los hechos consumados y de la presión constante de importantes grupos de poder económico concentrado;
- asumir el privilegio de ser un país con dimensiones y geografía habilitantes para allanar ya el acceso democrático, participativo y real a los servicios de revolución digital de las comunicaciones,
- abrir paso a la cultura democrática en los medios alentando la mayor pluralidad y fomentando genuinamente el derecho humano a dar y recibir información como derecho humano fundamental;
- terminar con la vergonzante realidad de ser un país en el que los broadcasters y principales propietarios de medios masivos constituyen una casta, cuyos derechos permanecen intocados generación tras generación sin realizar aporte económico alguno que contribuya a universalizar el acceso a las comunicaciones;
- desplegar la soberanía particular que significa responsabilidad por participar creativa y libremente desde todas las actividades e intereses culturales, sociales, económicos y políticos, autogenerando producción de contenidos y usos en torrentes sin fin hasta y desde cada domicilio, oficinas, centros de estudios, empresas, medios de comunicación y desde toda esa ávida y comprometida diáspora uruguaya en todo el planeta,
- abrir potentes e indomeñables cauces de un existir uruguayo, basado en el multiculturalismo artiguista con justicia social reparadora, en un mundo en acelerada reconfiguración bajo el vértigo de la concentración privatizadora manipuladora, la que no solo pone en cuestión las democracias sino la civilización y con ella la viabilidad de la vida en un mundo mejor y posible.
Esta nueva admirable alarma por cierto no concitará unanimidades. ¿Es que acaso la anterior los suscitó? ¿Lo han hecho los grandes pasos democratizadores y civilizadores en la historia de la humanidad? Si no rompemos de una vez y de manera muy clara el resabio dictatorial de confundir la tensión democrática con la violencia y la construcción societaria con la unanimidad, seguiremos teniendo un accionar colectivo tan débil en la materia que los grandes grupos de poder seguirán con la pista despejada para continuar gestando política por la vía de hechos consumados.-
Martes 3 de agosto de 18 a 21 hs, Anexo Palacio Legislativo Sala Acuña de Figueroa - Mesa “Comunicación y Poder en Uruguay Hoy”
Movimiento de Independientes por DD.HH. del FA.
Independientesxddhhfa@montevideo.com.uy Tel 02.7090863 Cel 099580509
Proclama fundacional
Independientes por Derechos Humanos
FRENTE AMPLIO
· Compromiso de trabajo para el desarrollo del Frente Amplio
· Compromiso de trabajo para el desarrollo de los Valores de los Derechos Humanos
El Uruguay reclama un proyecto de país humanista y solidario, en el que la prioridad sean los hombres y mujeres de nuestro tiempo y del porvenir. Un Uruguay que comprenda que vivir dignamente en sociedad no es lo mismo que sobrevivir.
Debemos creer e incorporarnos a la utopía que se nos impone por naturaleza: la plena realización humana.
Toda persona está potencialmente destinada a desarrollarse en sociedad hasta el límite de sus capacidades y talentos, decidir su vocación de vida en la comunidad y realizarse dignamente en equilibrio físico y psíquico.
Los principios esenciales, que deberían ser adoptados como cimientos de convivencia y horizonte ético de nuestro tiempo son los Derechos Humanos. Estos, muchas veces se ven reducidos a los derechos civiles y políticos, cuando en realidad los económicos, sociales, culturales y de los pueblos son también Derechos Humanos y no existirá la vigencia de los unos sin los otros (vida digna, alimentación, vivienda, salud, trabajo, educación, cultura, seguridad social, no discriminación, paz, medio ambiente sano, desarrollo, etc.).
Debemos soñar y trabajar por un nuevo paradigma que suponga la convivencia cotidiana en base a los valores de los Derechos Humanos, armonizados todos bajo un Estado de Derecho Pleno, instrumento esencial y garantía para su promoción.
La gran diferencia entre el mundo actual –globalizado, depredador y violento– y el mundo al que aspiramos, es una opción por valores superiores en el marco del derecho a la autodeterminación de los pueblos. No tendremos siquiera posibilidades de sobrevivir si no encaramos simultáneamente una transformación individual y colectiva. Frente a esta alternativa confiamos en que los Derechos Humanos puedan ser sustento de una opción política de cambio revolucionario para construir una nueva sociedad, que supere el modelo irracional que nos sigue ofreciendo el capitalismo.
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Entendemos que el Frente Amplio es la máxima expresión de acumulación de fuerzas de la izquierda y un instrumento idóneo para la transformación a fondo de las estructuras vigentes.
Superado el contexto electoral reciente, en el que el centro de debate político fue la elección del candidato –quedando relegada la profundización, discusión y promoción del programa–, hoy se impone el desafío de avanzar, en unidad y con tolerancia, hacia propuestas políticas que den contenido y sustancia al Programa y Plan de Gobierno, teniendo como referencia los aportes del Congreso del Pueblo.
En tal sentido, hacemos explícito nuestro convencimiento de que el Frente Amplio debe profundizar la matriz de los Derechos Humanos –concebidos éstos como un todo interdependiente e indivisible– como inspiradora de su acción política, en el entendido de que la realización de este ideal, tiene vocación de ser denominador común de toda la sociedad.
Es por este ideal que nos convocamos para generar, dentro del Frente Amplio, una dinámica fuerza de opinión y acción política que contribuya al debate necesario para seguir llevando adelante cambios que acerquen la utopía.
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Somos parte de nuestro pueblo que sueña con un futuro mejor, en el que no exista pobreza económica ni cultural; en el que la búsqueda de trabajo y la sensación de inseguridad no formen parte de la preocupación ciudadana; en el que la emigración no sea alternativa para los jóvenes, ni la cárcel, ni la exclusión para los pobres; en el que la cultura de paz, la inteligencia, la inclusión social y la tolerancia le ganen a la violencia, a la droga y a la discriminación.
Somos hombres y mujeres de todas las edades que creemos en la PAZ, la VERDAD, la DEMOCRACIA, la JUSTICIA y la SOLIDARIDAD, y de que el mandato emergente de los DERECHOS HUMANOS posibilitará construir una sociedad diferente, donde no exista explotación del hombre por el hombre.
No somos reformistas, ni lo seremos. Nos sentimos y somos, por el contrario, unos pacíficos revolucionarios que confiando en la razón y el corazón, aspiramos a construir en nuestra sociedad la utopía de los Derechos Humanos.
Para lograr esta transformación debemos articular y colaborar con propuestas para todos los ámbitos, mediante el trabajo grupal, en un clima de tolerancia y solidaridad.
Son nuestras premisas:
(i) Que el desarrollo económico, social y cultural sea entendido como un proceso global integral que se abra paso como un derecho de todas las personas y los pueblos, que pueda calificarse como la “síntesis o la esencia de los derechos humanos”. No cualquier tipo de desarrollo: proponemos uno que permita, mediante programas concretos –integrales, sustentables, regionales y sectoriales, tanto en el medio urbano como en el medio rural– dignificar la vida humana respetando la naturaleza, haciendo hincapié en el factor colectivo solidario como fuerza socioeconómica.
(ii) Que la plena vigencia de los derechos sociales, económicos y culturales, exige un “deber-hacer” concreto del Estado, fortaleciendo mecanismos de control, mejorando su gestión y funcionalidad, interviniendo directamente, explorando e instrumentando formas de propiedad colectiva –especialmente cooperativas y modelos de cogestión– como soporte del desarrollo agrícola, ganadero, pesquero, extractivo e industrial. La negación de oportunidades de las más elementales condiciones de vida en materia económica, social y cultural para ciento de miles de uruguayos, implica la negación de sus derechos humanos fundamentales.
(iii) Que los gobiernos asuman un rol activo y directo para erradicar la pobreza y la discriminación en todos sus ámbitos, construyendo y fomentando formas organizativas de carácter comunitario y colectivo que, de manera planificada, vayan paulatinamente modificando la propiedad de los medios de producción y servicios estratégicos, para redistribuir los recursos de forma equitativa en beneficio de toda la población.
(iv) Que el derecho a la seguridad es parte de los derechos humanos y debe ser concebido como las condiciones y garantías que permitan su pleno goce. En un tema de alta prioridad, en el que sobreabundan los diagnósticos acerca de la multicausalidad del fenómeno pero no sobre las soluciones, afirmamos que la violencia no debe combatirse con violencia sino que se impone la necesidad de construir una amplia red de contención e inclusión social, sin postergar el poder de policía del Estado.
(v) Que la cultura de los Derechos Humanos, en relación con el pasado reciente, destierre definitivamente la impunidad y repare integralmente a toda la sociedad. En tal sentido la declaración de la nulidad de la Ley de Caducidad, la Verdad y la Memoria, son un imperativo jurídico, ético y político para afianzar el Estado de Derecho, debiendo redefinirse el rol de las Fuerzas Armadas –donde no tienen cabida quienes violaron derechos humanos- y la razón de su existencia en una sociedad que desea y propone para su futuro, la Paz en todo su universo.
(vi) Que la militancia participante aporte ideas de forma activa, solidaria y democrática, para avanzar, política e ideológicamente, hacia la búsqueda de la utopía de los Derechos Humanos dentro de la estructura del Frente Amplio, en la gestión del Estado y en el seno de nuestro Pueblo.
(vii) Que se fomente el aporte, análisis, debate, discusión y participación a nivel de toda la masa militante que comparta este ideal, creando los mismos espacios en todo el país, conscientes de que solamente la forma organizativa de carácter comunitario y colectivo será la expresión legítima del interés común.
Como dijimos, nos convocamos, para construir y seguir convocando, por la unidad del Frente Amplio y por todos los Derechos Humanos.
URUGUAY, 1 de julio de 2009